martes, 10 de noviembre de 2009

#2

Ese dia tenía muchas ansias de libertad, más que nunca quizás. Quería ir a bailar a la hierba, dejar de escuchar lo que me decían, vaciarme y respirar.

Ese dia me creía capaz de encontrar un camino diferente al que aferrarme y construirlo yo y para mi, pero me deje convencer.

Durante ese dia lo reprimí todo. Por que ni era libre, ni sabia bailar. Seguia el mismo camino que siempre. Todo era lo mismo.

Hoy, sin embargo, me dí cuenta de lo que me cansaba era el habla de las calles, la rapida velocidad de la gente y el doble paso de los coches. Me dí cuenta de que para vivir solo necesito mi persona.

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